La oscuridad ha
regresado al mundo de los Cazadores de sombras.
Mientras su mundo se desmorona y la
destrucción los amenazan, Clary, Jace, Simon y sus amigos deben unirse para
luchar contra el mayor enemigo al que se han enfrentado jamás los nefilim: el
hermano de Clary, Sebastian.
En la lucha por
intentar derrotarlo se perderán vidas, se sacrificarán amores y el mundo entero
cambiará en el sexto volumen de la serie Cazadores de sombras.
La historia comienza con el ataque de Sebastián Morgenstern
al Instituto de los cazadores de sombras ubicado en Los Ángeles. Allí demuestra
que, como renegado y ahora líder de los oscurecidos, posee poderes que lo hacen
indestructible. Está empeñado ya sea en matar a los cazadores o a convertirlos
en sus seguidores incondicionales; esto último lo consigue logrando que tomen
de la Copa Infernal.
Sus ataques siguen en otras ciudades, donde arrasa con todos
los institutos. Los cazadores de sombras deben entonces refugiarse en Idris,
donde se encuentra la clave y el Consejo.
Sí podemos resaltar que en esta entrega continúan las
historias de amor entre sus protagonistas: la difícil relación entre Clary y
Jace (básicamente por la imposibilidad de éste de controlar el fuego que sale
de su interior y que daña a quienes toque); el romance distante entre Simón e
Isabelle; y el de Alec -uno de los cazadores de sombras estelares- con el Mago
Magnus.Sebastián deja en claro que no cesará en su venganza hasta que su
hermana Clary, una de las protagonistas principales de la saga, le sea
entregada y esta acceda a vivir a su lado.
Clary, su novio Jace (portador en su interior del fuego
capaz de destruir a Sebastián) y sus amigos (Isabelle, Simon -el medio vampiro-
y Alec) deciden ir a enfrentar a Sebastián, lo que los lleva durante gran parte
del libro a diversos sitios, incluyendo la tierra de las hadas (donde descubren
quien estaba apoyando a Sebastián secretamente) y a Edom, donde se presentará
la batalla definitiva. Decir más implicaría arruinarles la lectura de esta
novela juvenil.